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Carrera profesional

Ya no soy de tu propiedad

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Hace varios años se puso en contacto conmigo un antiguo compañero de trabajo para contarme una situación muy peculiar que estaba viviendo.

Había presentado una carta de baja voluntaria en la empresa para la que trabajaba y ésta le había dicho ¡que no se la aceptaba!

Recuerdo perfectamente nuestra conversación y cómo me decía que no podía creerse que no le dejasen irse: «es como si fuese de su propiedad«, me dijo. Y no le faltaba razón.

El asunto me pareció completamente irreal porque esta persona se sentía como si fuese un objeto que pertenecía a la empresa y que ésta tomaba decisiones sobre lo que podía hacer o no sobre su trayectoria profesional, hasta el punto de decirle que no le dejaban irse de la empresa.

Algo que a todas luces no iba a llegar muy lejos porque la empresa no podía impedir de ninguna manera la marcha de esta persona.

¿Para firmar un contrato hace falta vender nuestra alma?

Resulta llamativo hoy en día que tanto se habla de la búsqueda y la fidelización del talento que todavía haya empresas que traten a sus colaboradores como si fuesen una mera pieza más y que, cuando «esas piezas» deciden tomar un camino diferente al que la empresa tiene previsto, opten por este tipo de actitudes que encajan más con la desfasada idea de la retención del talento.

Cada vez que leo en un artículo o escucho a alguien hablar de retención de talento no puedo evitar imaginarme a una pobre persona atada a la pata de una mesa tratando de escapar de su empresa.

Recientemente leía un artículo en el que Apple, Google, Intel y Adobe habían sido demandadas por pactar entre ellas no robarse empleados. El asunto en cuestión, según cita el propio artículo, afectó a cerca de 65.000 empleados en un período de 4 años.

El resultado, posiblemente acabará en que las empresas demandadas tendrán que pagar unos 415 millones de euros para poder acabar con la demanda colectiva. Y ahí habrá acabado todo.

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Es decir, estas empresas decidían, de alguna manera,  por sus empleados con lo que estaban limitando de forma drástica sus posibilidades de desarrollarse a nivel profesional donde ellos querían.

De estas dos situaciones me quedo con la desagradable idea de que las empresas piensan que los empleados o colaboradores son parte de sus activos, como si fuesen una mesa o un ordenador, pudiendo decidir a su antojo sobre qué hacer con ellos o donde ubicarlos, sin tener en cuenta sus necesidades.

Si te pago un salario, ¿puedo decidir por ti?

A lo largo de mis más de 15 años trabajando he podido detectar un compartamiento que se repite en muchas organizaciones y que me resulta llamativo: el hecho de pagarte un salario implica que pasas a formar parte de mi empresa con lo que puedo tomar decisiones sobre ti.

Mientras que las personas aceptan esta situación, no hay problema.

De alguna manera es una idea bastante aceptada por todo lo que hemos vivido estos últimos años: yo solo quiero que me pagues y me asegures mi salario a fin de mes. Y yo a cambio trabajo y no rechisto porque si lo hago ya sé lo que me va a pasar.

Sin embargo, todo esto cambia cuando empezamos a levantar la cabeza de la mesa y nos damos cuenta que la crisis ya no es tan fiera como parece y que, tras pasar varios años sin movernos esperando a que pase lo peor, nos hemos dado cuenta que estamos en un sitio donde no queremos estar.

Reconozco que nos va a costar a todos, empresas y trabajadores, ser capaces de reorientar esta situación.

Y ello por varias razones:

  • Si eres una empresa y has jugado en estos últimos años con la idea de que tu gente no se va a ir porque están completamente paralizados por la idea de que se puedan quedar sin trabajo, lamento decirte que no te has enterado de que en cuanto el mercado laboral se reactive algo más, vas a tener a tus trabajadores haciendo cola para pedirte el finiquito. No es un tema personal. Simplemente es que no has tenido en cuenta que, como muchas otras cosas, esto era un ciclo y si no has sabido tratar con cuidado a tu gente en los peores momentos de la crisis, no esperes que ellos se acuerden de ti.

Es más, si pueden se irán, lo contarán en las redes sociales y hablarán de tu empresa.

Lo que digan, dependerá de lo que hayas hecho en estos últimos años.

  • Si eres empleado o colaborador en una empresa  y has aceptado el juego que tú empresa te proponía porque tenías que pagar una hipoteca, el colegio de los niños o lo que fuese, lamento decirte que le has cedido el control sobre tu carrera profesional a tu empresa. Recuperarlo ahora te va a costar cierto esfuerzo y posiblemente no va a estar exento de tensiones.

Ahora bien, para mi la clave no está tanto en lo que vas a hacer para recuperar el control, que es importante, sino qué vas a hacer cuando lo tengas de nuevo.
Reconozco que es una postura muy cómoda, así siempre tendremos a alguien a quien culpar sobre las cosas que nos pasan. Algo, que por otro lado, está muy extendido. Al fin y al cabo todos necesitamos un enemigo con el que pelearnos para poder quitarnos de encima la presión de ser los únicos responsables de las decisiones que tomamos, para bien o para mal.

Asumir que somos los dueños, amos y señores de nuestra carrera profesional es una oportunidad que ninguno deberíamos dejar pasar.

Isabel Iglesias

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Comentarios (13)
  1. vascofe 8 años atrás

    Reblogueó esto en bibliotecadealejandriaargentina.

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  2. […] Hace varios años se puso en contacto conmigo un antiguo compañero de trabajo para contarme una situación muy peculiar que estaba viviendo. Había presentado una carta de baja voluntaria en la empres…  […]

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  3. […] Sourced through Scoop.it from: isabeliglesiasalvarez.com […]

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  4. juan 8 años atrás

    A ver.
    Si estamos leyendo constantemente que para buscar empleo hay que venderse y constituirnos en una marca.
    ¿Cómo vamos a extrañarnos de que nos traten como una propiedad?.
    ¿Tiene derecho una persona que se vende y que se trata a sí mismo como una marca a quejarse si le tratan como una propiedad?.
    Lo que es lamemtable es leer a personas que se creen expertos diciendo a las personas que aprendan a venderse y luegp rasgarse las vestiduras porque luego a las personas a las qie animan a venderse y considerarse como marcas ñes tratan como cosas.
    Me parece el colmo de la hipocresía.

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    • Isabel Iglesias 8 años atrás

      Hola Juan:
      Gracias por tu comentario y por pasarte por el blog.
      Me gustaría matizar varias cuestiones de tu comentario:
      No sé si cuando hablas de «personas que se creen expertos» te refieres a mi. Supongo que si porque has dejado un comentario en este post. En ningún momento me he erigido en experta en nada. Solo escribo mis opiniones y las comparto con quien le apetece leerlas. Para mi el título de experto, si es que existe como tal, te lo otorgan los demás. Y por supuesto, no es necesario estar de acuerdo con mis opiniones porque lo que valoro ante todo es que este blog sea un espacio donde podamos emitir nuestra opinión de forma libre.
      Respecto al tema de la marca personal y la propiedad que también comentas: me da la sensación que hay una pequeña confusión.
      El hecho de que una persona gestione de manera activa su marca personal no implica necesariamente que tenga que venderse como una cosa. De hecho y desde mi punto de vista, las personas que realizan una gestión activa de su marca personal es mucho más improbable que puedan tener esa sensación de propiedad porque tienen clararemente cuál es su valor como profesionales.
      Esa sensación de ser propiedad de una empresa tiene mucho más que ver con el hecho de no habernos puesto nosotros en valor y por las posiles concesiones que hayamos podido hacer. Además hay un tema importante y que poco tiene que ver con que si alguien esté en situación de búsqueda de empleo, y es la actitud de aprovechamiento de las empresas como consecuencia de los años de crisis.
      Saludos
      Isabel

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      • j 8 años atrás

        Hola isabel.
        Lo primero dísculpame si me has entendido mal.
        No me refería a ti ni mucho menos.
        Lo primero y fundamental porque no te conozco, así que sería estúpido por mi parte criticarte :).
        Hablaba más bien en general.
        Me refiero al mal uso de las palabras.
        Estoy completamente de acuerdo en que cada uno de nosotros tiene que trabajarse y mejorar como persona; pero no creo que para constituirse en una mejor marca; sino para mejorar para sí mismo y por ende para los demás.
        No se mejora para que los demás te vean mejor. Se debe mejorar para valga laa redundancia ser mejor como profesional y como persona.
        Pero bueno; como tú dices es mi opinión y no pretendo obligar a nadie a compartirla.
        Del mismo modo que no compartir la opinión de otra no implica una crítica :).
        La discrepancia de opiniones desde el respeto siempre es buena.

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        • Isabel Iglesias 8 años atrás

          Muchas gracias Juanadon por tu aclaración. Ahora me quedo mucho más tranquila con tu segundo comentario. Lo cierto es que estoy bastante acostumbrada a las críticas. Sé que no a todo el mundo le gusta lo que digo o cómo lo digo, por eso me gusta responder a todos los comentarios y que, si hay algún malentendido se aclare :-).
          Estoy de acuerdo contigo en la necesidad de trabajarse uno mismo para convertirse en un mejor profesional. Somos personas y no productos. En eso estoy completamente de acuerdo contigo. Ahora bien, nos falta ser capaces de poner más en valor nuestra valía:llamésmole venderse a uno mismo o lo que sea.
          Gracias por pasarte de nuevo por el blog.
          Isabel

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  5. Enrique 8 años atrás

    Hola Isabel,
    Quería felicitarte por lo claro y bien que te explicas, te reconozco como alguien que aporta valor con sus comentarios, y no desde ahora, ya hace tiempo te sigo y es mucho lo que estimulas nuestras mentes y conciencias, y no hablo en plural porque me quiera arrogar ninguna portavocia, es algo que comentamos entre nosotros, entre los privilegiados que un día tuvimos la suerte de descubrirte, leerte y reconocerte por lo que destaca en ti, talento y talante para pensar y pensar bien, para comunicar y comunicar claro. Hablas de asuntos que conoces, aplicas sensatez y te expresas con independencia, la que te da la libertad que tanto cultivas y demuestras respetar y proteger,
    Y todo este ejercicio de reconocimiento hacia tu persona para pedirte que nos sigas deleitando con tus comentarios llenos de ideas soberbias y reflexiones admirables, son parte de ti que queda en cada uno de nosotros cuando nos los compartes, quedan y dejan su poso, nos haces mejores, nos permites sentirnos libérrimos y mas plenos, mejores.
    Gracias!!

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    • Isabel Iglesias 8 años atrás

      Madre mía Enrique!! te estaba leyendo y casi se me caen las lágrimas de emoción. Cuando recibo este tipo de comentarios es cuando me doy cuenta que estoy cumpliendo con mi objetivo cuando abrí el blog.
      Escribir un post casi todas las semanas no es fácil. Algunos gustan mucho y otros no tanto. A veces ni siquiera sabes lo que va a gustar. Otras veces no tienes ni ideas ni ganas de escribir pero sigo haciéndolo desde hace casi 3 años movida por una motivación interna que va más allá de la satisfacción que me produce contar historias. Y es que este blog sin vosotros, sin los que me dejáis un comentario, me enviais un email o compartís mis posts no sería lo mismo.
      Gracias de corazón por tus maravillosas palabras 🙂
      Isabel

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  6. fgguaza 8 años atrás

    ¡Hola Isabel!
    Interesante reflexión como siempre, aunque levante ampollas por lo visto en los comentarios.
    Yo también quiero aportar mi granito. Estoy completamente en desacuerdo con que las personas tengamos que aprender a vendernos. De hecho, todo lo contrario. ¡Basta ya de ello!
    No somos objetos o recursos, por eso el departamento de Recursos Humanos es un lenguaje erróneo. Recursos son las tijeras o la grapadora, el coche de la empresa o las oficinas, pero ¿las personas?
    Los profesionales debemos aprender a vender nuestro producto o servicio, no a vendernos a nosotros mismos, Juan. Una buena gestión de la marca personal ayudará a dar a conocer tu profesionalidad y con ello facilitar que elijan tus servicios antes que los de otro profesional.
    Aunque como comenta Isabel, nos ha gustado tanto ese «tú asegúrame un puesto y un salario mensual y yo me vendo…» que nos ha acabado comiendo esa actitud.
    Un saludo

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    • Isabel Iglesias 8 años atrás

      Gracias Fernando por tu comentario.
      A mi no me disgusta lo de «vendernos». O quizá es que la palabra no sea la más adecuada. Prefiero pensar en que como profesionales seamos capaces de mostrar nuestra valía, nuestra diferenciación. ¿Eso es vendernos? pues todo dependerá de cómo lo hagamos, de las herramientas que usemos y de nuestros objetivos.
      Estoy contigo en que la palabra «recursos» no es la más adecuada. Sin embargo no por el el hecho de que la sustituyamos por otra más «molona» vamos a cambiar de golpe. Lo importante es ir al fondo y detectar qué se esconde bajo esa etiqueta.
      Gracias por pasarte y bienvenido a mi blog.
      Isabel

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      • Fernando 8 años atrás

        Gracias por la contestación Isabel.
        Quizá he sonado demasiado «tiquismiquis» con lo de las palabras. ¡Para nada lo pretendía! Es verdad que muchas veces me dejo llevar por eso de que el lenguaje crea realidades.
        El mero hecho de aportar una palabra que sea más «molona», como tú dices, no cambia nada si en la práctica todo continua igual. Hay que ir al fondo de la cuestión como afirmas.
        Para mi, mostrar tu valía y ponerla al servicio de los demás, no es vendernos nosotros, pero ya te digo, sin ningún ánimo de entrar en eufemismos, simplemente que considero que ese lenguaje nos ha hecho mucho daño y como tú afirmas, parece que con tal de tener una seguridad (que no lo es tal) nos vendemos en algunos casos.
        Un saludo

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        • Isabel Iglesias 8 años atrás

          Para nada Fernando me ha sonado «tiquismiquis». Yo soy así también las palabras. Para mi es un tema de deformación profesional o más bien por el tipo de formación que he recibido donde trabajo mucho con lo que hay detrás de la etiqueta de la palabra.
          Enccantada de poder leerte de nuevo y pásate cuando quieras .-)
          Isabel

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