Hace varias semanas recibí un correo muy especial de una persona a la que «conozco» desde hace varios meses. Y digo «conozco» porque la relación ha sido a través de las redes sociales ya que no hemos tenido ocasión de vernos todavía en persona.
A esta persona la conocí a raíz de publicar junto con otros bloggers el ebook «Rumbo al empleo 2.0». Me pidió que le orientase con su perfil de Linkedin ya que se encontraba en búsqueda activa de empleo. A lo largo de estos meses nos hemos intercambiado varios mails donde me ha ido contando sus pequeñas conquistas, sus ilusiones, y también sus decepciones. Hace poco recibí ese correo especial donde me daba las gracias por haberle ayudado de forma desinteresada a lo largo de estos meses y, aunque todavía no se había materializado ese trabajo, sentía que gracias a la ayuda de algunas personas había crecido tanto personal como profesionalmente en estos meses.
Lo cierto es que es poco habitual recibir correos de este tipo. Y sobre todo tan llenos de gratitud.
Desde que empecé en las redes sociales si hay algo que tenía claro era que mi posición como profesional de RRHH tenía que servir para ayudar y no para hacer más dificil el camino de muchas personas que están en búsqueda activa de empleo o en proceso de reorientación profesional. Es por ello que suelo atender todas las peticiones que me llegan a través de las redes sobre reorientación profesional dado que soy de la opinión de que los profesionales de RRHH tenemos una obligación moral para con los candidatos.
Sin embargo este correo me sorprendió y a la vez me emocionó.
Cuando aterricé en las redes sociales no sabía lo que me podía encontrar. Tenía la idea, que afortunadamente en poco tiempo cambié, de que las relaciones con las personas en el 2.0 son superficiales y poco enriquecedoras. Nada más lejos de la realidad.
Resulta sorprendente que un medio, como en el 2.0, donde las relaciones se construyen a base de interacciones diarias con personas a las que no conoces físicamente, puede resultar tan potente a la hora de crear y establcer lazos de unión y de amistad que, si quieres, puedes llevarte al 1.0.
Y más llamativo resulta el hecho de que haya tantas personas que decidan de forma continua y como parte de su estrategia de presencia en la red, compartir sus conocimientos de forma desinteresada y gratuita.
Es la magia de la red.: en un mundo donde todo tiene un precio y todo se compra o se vende, todavía queda un pequeño reducto donde la gratitud es honesta y verdadera, sin artificios ni dobles intenciones.
¿A qué pude deberse que podamos establecer lazos tan potentes en el mundo online con lo difícil que resulta en ocasiones siquiera poder comunicarnos en el mundo offline?
Es una pregunta que me he hecho en más de una ocasión ya que, con mis prejuicios iniciales sobre la red, para mí el poder encontrar personas que me han aportado tanto sin pedir nada a cambio es uno de los mayores regalos que pueden darte las redes sociales.
En mi corta estancia en las redes y a base de observar mucho he podido extraer algunas razones que justifican la importancia de los lazos que se crean en la red:
- A diferencia del mundo 1.0, en la red podemos sentirnos más deshinbidos y cambiar nuestra forma de comunicarnos con las personas. En la red no necesitamos estar tan pendientes de aspectos como el lenguaje no verbal o nuestro tono de voz. Eso no quita para que le prestemos la atención necesaria ya que todo lo que publicamos se quedará en la red para que lo lea cualquier persona. Esto, de alguna manera permite homogeneizar la forma en la que nos comunicamos aunque, eso sí, siempre con el toque personal que cada persona pueda darle a sus interacciones.
- Las redes sociales permiten llegar a mucha gente que de otra manera sería casi imposible conocer o comunicarnos. Es la democratización de la comunicación donde cualquier persona puede escribir un blog o aportar contenido a la red, creando, por lo tanto, interacciones con multitud de personas que están fuera de su ámbito normal de relación.
- El hecho de que se pueda encontrar tanto contenido en la red y de forma gratuita, genera la idea de «pagar» con la misma moneda: y esa moneda no es ni más ni menos que aportar más contenido en la red. Al final es como una cadena de favores donde continuamente vamos aportando y consumiendo contenido en una especie de cadena que se retroalimenta.
Y es que no hay mayor gratitud que poder formar parte de esa gran comunidad de conocimientos que son las redes.
Tienes razón Isabel, yo también pienso que detrás de este mundo 2.0 nos llevamos muchas sorpresas agradables por motivos que comentas. El intercambio de información, apoyo y ayuda de forma desinteresada de personas que no conoces personalmente, hace que que cada día sea más apasionante. Gracias.
Gracias Lourdes por tu comentario. Creo que las redes sociales están llenas de personas llenas de generosidad y gratitud. Y es algo de agradecer en un mundo tan deshumanizado.
Reblogueó esto en Gabriel Gajardo Coach Digitaly comentado:
Las redes sociales estilo siglo XXI se pueden entender como la plaza del pueblo, lugar en donde vamos a buscar lo que necesitamos, pero también pueden ser entendidas como el lugar en donde vamos para ser un aporte a otros. Siendo lo anterior, a la «plaza del pueblo» llevamos nuestra forma de ser, si somos agradecidos, la red potencia lo que ya somos.
Me ha parecido sensacional el artículo.
Ahora mismo, me acuerdo de una frase de Eva Collado:
«¿Quieres crecer en la RED? Sigue a quien te levante la piel, te emocione, aporte y enseñe. Sé humilde. Apoya, Agradece, Anima, Ayuda. Interésate por los demás y coopera. Alégrate por los éxitos ajenos y celébralos. Sé auténtico, y no pretendas imitar a nadie…muestra tu diferencia»
Esa es la magia del 2.0, el cual está intrínsecamente ligado al 1.0.
GRACIAS, Isabel.
Mil gracias Andrés por haberte convertido en mi fuente de inspiración para este post. Quizás es algo a lo que no le prestamos excesiva atención pero la realidad es que hay muchas personas, como tu, que hacen que las redes sociales sean un sitio en el que apetece estar y convertir. Y sobre todo porque te aportan emociones y sensaciones muy especiales.
Gracias de nuevo por tu gratitud!!!
Isabel, como tu dices este mundo de las RRSS es distinto, con sus propias reglas de juego y hasta ahora, lo que yo he vivido, muy gratificante, con amigos en mayúsculas que cuando desvirtualizas, refuerzas todavía más. Para mí, sí existe una gratitud 2.0.
Saludos 😉
Gracias Cèlia por tus palabras. Yo también creo que el 2.0 es un mundo con sus propia forma de hacer las cosas. Pero curiosamente muy conectado con el munco online. Tanto, que a veces se entremezclan ambos mundos. Esla magia de las redes.
[…] Hace varias semanas recibí un correo muy especial de una persona a la que "conozco" desde hace varios meses. Y digo "conozco" porque la relación ha sido a través de las redes sociales ya que no hem… […]
buenas tardes a tod@s , has tocado un tema creo que muy interesante respecto a las redes sociales o sencillamente al mundo «digital» en general. En este sentido, yo siempre he tenido la sensación de que la frialdad o distancia que se le otorga a todo lo que tiene que ver con este mundo virtual, realmente es una consecuencia de la actuación a nivel general de la gente en este mundo, dicho de otra forma, ¿porque tiene que existir una diferencia entre tener un contacto real físico o un contacto a través de las redes? particularmente no creo que esto deba de ser así, pero por desgracia, es así. Me vais a permitir que os ponga un ejemplo de lo más simple, en una red como es Linkedin, tengo la «mala constumbre» (lo digo en sentido sarcástico) de dar las gracias con un correo y remitir todos mis datos de contacto personales y profesionales a aquellas personas, que aceptan una invitación mía a formar parte de mi red, creo , que este email de agradecimiento es lo MINIMO que se le debe de dar a una persona que te da su confianza y te permite contactar con el, es como si personalmente conocemos a un profesional y no le diéramos las gracias por permitirnos contactar con el. Pues bien, ¿es esto normal? NO, todo lo contrario. Semana si , y semana no, recibo invitaciones de otros profesionales, la mayor parte las acepto y creo que un 1% o un 2% de ellos han tenido la gentileza de al menos darme las gracias y presentarse de forma , digamos adecuada a lo que sería una relación profesional.
Es solo un ejemplo, pero , en realidad, creo que hay mucha gente, la mayoría por desgracia que amparándose en la cierta lejanía que ofrecen dichas redes, aportan un contacto a veces, que supera casi los limites de la educación básica y normas de comportamiento.
Ojalá la norma , la generalidad, fueran las actuaciones como la que tu relatas, ojalá, ese agradecimiento 2.0 fuera más normal, porque cuando se produce, sinceramente, se agradece…..
Un saludo y gracias por el post
Hola Rafael:
Completamente de acuerdo contigo. Soy de las que piensan que las redes sociales no son ni buenas ni malas por sí mismas, sino que las redes las construyen las personas que habitamos en ellas. Existe la falsa creencia de que las redes son frias y poco cercanas porque no favorecen el contacto «humano».
Desde mi experiencia puedo decirte que he recibido más cariño y calor de las redes que de ciertas personas de carne y hueso.
El ejemplo que pones de LinkedIn es muy representativo. A mí también me pasa. Siempre procuro dar las gracias a las personas que aceptan mi invitación y por supuesto, agradezco los mensajes que me llegan.
Creo que en este mundo 2.0 habitan dos tipos de personas: los que tienen claro lo que quieren conseguir de las redes y que son una herrameinta muy potente en el mundo 1.0, y los que consideran que pueden hacer todo lo que les apetezca amparados bajo un avatar.
Gracias por pasarte de nuevo por el blog. Un placer leerte.