Este es un post un tanto atípico a los que normalmente publico pero me apetecía hacer mi pequeño homenaje a tod@s l@s trabajador@s.
Para los que no conozcan el orígen de este día, haré un poco de historia:
En 1908 unas trabajadoras de una fábrica textil se declararon en huelga debido a las penosas condiciones en las que trabajaban. El empresario decidió, entonces, cerrar las puertas de la fábrica con ellas dentro y prenderle fuego. Murieron 129 trabajadoras.
Reconozco que hasta hace unos años era una fecha que me resultaba un tanto indiferente (del estilo a otro tipo de fechas como el día del padre, de la madre….).
En una empresa en la que trabajé, cada 8 de marzo me encontraba con una rosa en mi mesa nada más llegar. La primera vez que me la encontré no lo relacioné para nada con la fecha señalada. La rosa no tenía tarjeta ni nada. No sabía quién me la había dejado. Cuando le pregunté a mi compañera me dijo que ella también tenía una en su mesa. Todas las empleadas teníamos una. El misterio se resolvió pronto. Un compañero llevaba muchos años dejando una rosa en la mesa de cada empleada. Lo hacía porque le apetecía. La empresa lo conocía y entendía que como era una cuestión particular no le daba más importancia. Lo cierto es que cada 8 de marzo me levantaba pensando en la rosa que me iba a encontrar encima de mi mesa cuando llegase. Era un momento que me encantaba y me animaba el día. Son esos pequeños detalles que marcan la diferencia entre un día normal y un día especial.
Hace unos años, en la empresa en la que trabajo, me acordé de aquello y decidí hacer algo similar. Un pequeño detalle para todas las empleadas ese día. Se lo plantee a la Dirección General y les gustó la idea.
Junto con mi compañero de Marketing buscabamos un texto, un poema que estuviese relacionado con ese día y que pudiese suponer una sonrisa al leerlo.
No sé qué me gusta más: si todos los preparativos o las caras y los comentarios de mis compañeras cuando se encontraban el detalle.
Ya llevamos tres años haciéndolo y cada vez es más esperado por mis compañeras y más agradecido.
En definitiva es un pequeño detalle que tiene un alto impacto, con un coste irrisorio. Porque lo importante es el hecho en sí y no tanto el detalle.
Es un claro ejemplo de pequeños detalles que tienen un impacto directo en la motivación y la imagen de la empresa. No es que las trabajadoras trabajen mejor ese día. Es que sienten que son un activo importante para la empresa.
Obviamente esto de forma aislada no produce ningún resultado. Esto no es más que una pequeña muestra de toda una política orientada las personas.
¡Feliz día chic@s!