Hace pocas semanas me llevé una sopresa bastante desagradable en LinkedIn: algún administrador de alguno de los grupos en los que normalmente publico, había puesto mis comentarios en moderación. Eso significó que todos mis comentarios y nuevos debates estaban sujetos a moderación en todos los grupos, y no sólo en aquél en el que el administrador me había puesto en moderación.
Al ponerme en contacto con LinkedIn y comentarle mi sorpresa me respondieron que podía haber sido debido a que algún administrador había considerado mis intervenciones como spam????? o poco relevantes????, que no me preocupase y que en varias semanas la moderación desaparecería por si sola.
Es más, me recomendaban que contactase con cada uno de los administradores y les pidiese que levantasen la moderación de mis comentarios, ¡si lo estimaban oportuno, claro! ya que era la única opción.
Debido a la política de privacidad de LinkedIn, no podían facilitarme ni la persona que lo había hecho ni ningún otro dato. Es decir, ni siquiera sabía el grupo, el comentario o el debate concreto que había dado lugar a ello.
Quizás lo que mas me molestaba de la situación en concreto es que ni siquiera podía hablar con el administrador en cuestión para preguntarle por los motivos.
Las redes sociales las construimos las personas
Tengo claro que las redes sociales no son ni buenas ni malas por si mismas, sino que somos las personas que aportamos contenido y que estamos con ellas las que construimos las redes sociales con nuestras interacciones.
Hace poco hablé en un post sobre la gratitud en las redes sociales y cómo para mí ha sido uno de los grandes descubrimientos en este último año. Personas que de forma desinteresada y generosa deciden crear lazos de unión conmigo, que te consideran un amigo, aunque no les hayas visto nunca. Personas que deciden abrirte su corazón y compartir sus esperanzas, alegrías y decepciones.
Es la magia de las redes.
Ahora bien, y a pesar de todo lo positivo que puede aportarnos las las redes, éstas tienen también un reverso oscuro o poco amable.
Así me encuentro en las redes con determinados comportamientos que forman parte de ese lado oscuro:
– Crearse un personaje: Las redes son un campo de cultivo para aquellas personas que pueden sentir la tentación de crear una imagen de sí mismo que no se corresponde con la realidad. Se tiende a pensar que en las redes podemos fingir y crearnos ese personaje que nos gustaría ser, o incluso aparentar tener ciertos conocimientos que en realidad no los poseemos. Siempre he defendido que este tipo de imposturas se descubren con facilidad ya que nadie puede fingir algo que no es las 24 horas al día, los 365 del año. Es por ello que mantener este tipo de imágenes suele ser muy laborioso y en algún momento la persona cometerá un desliz que dejará al descubierto la realidad.
– Spamers: otro comportamiento que suele verse de forma habitual como negativo tiene que ver con aquellas personas que se convierten en spamers debido a los contenidos que comparten. Es evidente que las redes sociales están hechas para compartir contenido e interactuar. Sin embargo hay personas que entienden esto como estar constantemente compartiendo contenido que resulta poco relevante o incluso que, aprovechándose de la cercanía que permiten las redes sociales, envian mensajes directos tratando de venderte algo o que te suscribas a algún tipo de contenido. Son personas que lo que les interesa es llegar a cuantas más personas mejor sin tener en cuenta que este tipo de comportamientos terminan resultando contraproducente.
– El diván 2.0: recientemente Laura Ferrera escribía un post hablando sobre cómo algunas personas usaban las redes sociales a modo de desahogo emocional, tratando de buscar empatía o simplemente algo de atención. Resulta un poco cansado abrir tu muro de facebook y encontrarte como algunas personas se dedican a publicar frases buscando la compasión o tratando de generar lástima.
– Y no quiero acabar este post sin hablar del último comportamiento que he descubierto a raíz de mi experiencia en LinkedIn: el llamado «si quieres conocer a Pepillo dale un carguillo» o cómo algunos administradores de grupos de LinkedIn se mueven como auténticos reyezuelos sabiendo que con marcar a un miembro del grupo como spam van a tener todos sus comentarios sometidos a moderación.
Las redes sociales están hechas para compartir, interactuar y conectar, ¿acaso lo hemos olvidado? .
¡Buenos días Isabel! A mí me ha pasado varias veces, de hecho ayer me di cuenta de que me ha vuelto a pasar. No hace mucho te pedí opinión sobre cómo saber que tal lo hacemos en la red; bueno, pues la primera vez que me paso esto me asuste, la segunda me cabree y puliqué un post sobre el tema y en ese mismo estado de ánimo, en esta ocasión he comprendido que en LinkedIn, estoy mucho más cerca de los que van de frente que de los/as que se mueven de manera oculta. Saludos y gracias.
Hola Gustavo:
Yo también me cabree mucho cuando me dí cuenta. Y por eso le he dedicado un post. Creo que ciertas personas se olvidan de para qué están las redes sociales. Y por eso hablo del efecto «si quieres conocer a pepillo dale un carguillo». Tras unos cuantos años trabajando me he dado cuenta que las personas más peligrosas son aquellas que se sienten superiores a los demás y además que creen que tienen poder para decidir sobre tu existencia o sobre la de los demás.
Tengo claro que, como tu dices, ir de fente puede ser un poco arriesgado pero, ¿qué sería de la vida sin el riesgo?
Gustavo, yo seguiré actuando como siempre en LinkedIn. Y seguiré quejándome al atención al cliente hasta que me hagan caso.
Si hay algo de lo que me de dado cuenta con esto es que no estoy sola y me siento muy arropada por todos vosotros.
Gracias mil Gustavo.
¡Buenos días Isabel! Hoy en día cualquiera puede ser administrador de un grupo en Linkendin. Inspirados por post y estrategias de marca personal «absurdas» se ha promovido la creación y administración de grupos para crear marca personal, una comunidad on line, darte visibilidad, etc… La proliferación de grupos que tratan la misma temática, que aportan poco de valor o calidad es cada vez más frecuente en Linkendin. Son muy pocos los grupos en Linkendin (que desde mi punto de vista están bien gestionados). Gracias y un saludo.
Hola Silvia:
Totalmente de acuerdo contigo. Por eso hablo del efecto «si quieres conocer a pepillo dale un carguillo». Mucha gente ha considerado que ser un administrador de un grupo de LinkedIn es lo más de lo más, algo parecido a ser el presidente de la comunidad de vecinos. Y hacen y deshacen a us antojo movidos por intereses puramente personales y a veces envidiosos.
Creo que entre todos podemos cambiarlo. O por lo menos ponerles en evidencia.
Gracias Silvia por pasarte.
Hola Isabel
Por no hablar de los trolls que invaden los blogs.
Por otro lado, yo cada vez me pienso más lo de apuntarme a según qué grupos de Linkedin. Estoy en varios en los que a veces se repiten demasiado los debates como indica Silvia Palomino.
Un saludo.
Hola Antonio:
Tienes razón. Tu es que de trolls tienes un Master, jeje. Yo he tenido también varios que me han dado unos cuantos dolores de cabeza pero reconozco que me ha servido para darme cuenta de que si hago «pupita» ,como dice el amigo Víctor Candel, es por algo.
Gracias Antonio por pasarte. Siempre es un placer tenerte en el blog
Hola Isabel. Tu post hace reflexionar, pero al final la conclusión es la de siempre. Cualquier tipo de poder se convierte en un arma de doble fila según en las manos que recaiga, porque, las redes sociales, no son más que una proyección de la vida misma. Cuántas veces no nos habremos encontrado con personajes que por el hecho de llevar una gorra se creen los reyes del mambo. En el mundo 2.0, las gorras son esos títulos de «Administradores» que ha creado una nueva subespecie de déspotas y mangoneantes, que se dedican más que «administrar» a decidir sobre el bien y el mal en las redes sociales de la manera más arbitraria posible. Yo pondría un advertencia antes de la confirmación como Administrador de Grupo/Page o lo que sea de alguien: frustrados, rencorosos, envidiosos, y personas con complejo de inferioridad, por favor absténganse. Y, a la vez, mi más sincera admiración por todos aquellos administradores que se dedican a que sus grupos o páginas sean coherentes, abiertas y respetuosas con todo el mundo.
Hola Criscm66:
No puedo estar más de acuerdo contigo. Es lo de siempre: personas que se ven investidas de un cierto poder y se creen que pueden ser los amos del universo. Como tu dices, el poder es un arma de doble filo. Y todo depende de en manos de quién recaiga.
Lo cierto es que cuando contacté con atención al cliente me dijeron que instruían a los administradores para evitar que se produjesen ese tipo de abusos. Todavíame estoy riendo. Entre otras cosas porque yo soy administradora del grupo de Talentia y LinkedIn jamás se ha puesto en contacto conmigo para nada de eso.
Es más, a raíz de lo que me ha pasado, cuando veo que alguien de mi grupo tiene los comentarios moderados le levanto la moderación sin que me lo pida.
Gracias por pasarte y dejar tu comentario.
Gracias Isabel por tu post. A mí también me ha pasado en algunas ocasiones lo que te ha pasado con Linkedin. Forma parte de la nueva política SWAM que han definido desde principios de año. Tuve dos intentos poniéndome en contacto con Customer Support expresando mi desacuerdo con tal política, y en ambas ocasiones recibí las mismas repuestas «automatizadas» que recibiste tú.
Lo que me parece indignante ya no es que un administrador marque una publicación como spam o poco relevante (en cierto modo puede estar en su derecho), sino que esa acción perjudique las publicaciones en otros grupos.
¿Es que el criterio de una persona es el de todos?
Creo que muchos de nosotros publicamos contenidos interesantes (a muchos de vosotros os estoy conociendo a través de vuestros contenidos) y es decepcionante y frustrante ver cómo te penalizan por hacerlo cuando al mismo tiempo estás recibiendo feedbacks positivos por otro lado.
Lo que dices, el lado oscuro de las redes sociales.
Un abrazo Isa.
Hola Carmen:
A raíz de lo que me pasó he invertigado un poco más y ya he visto que son los nuevos aires de LinkedIn. Contacté varias veces con ellos. Incluso me sugirieron que lo hiciese en inglés ya que los que atendián atención al cliente en español eran poco operativos. Llegué a hacerlo y seguí recibiendo la misma respuesta. Entiendo que están entrenados para ellos. Pero eso no quita para que yo les dijese que me parecía bastante injusto que no pudiesemos saber los motivos por los que se nos había puest en moderación. La verdad es que la mayoría de los administradores con los que contacté se portaron de maravilla conmigo. Fueron muy comprensivos y me contaron que a casi todos también les había pasado.
En fin Carmen, seguiremos denunciando estas cosas para que nadie se olvide ellas.
Gracias mil Carmen por tenerte en el blog. Un lujazo!!
Hola Isabel espero que se solucione pronto, por favor mantén la información sobre esto.
Hola José Miguel: ya está solucionado. Ha pasado una semana y la moderación se ha levantado sola.
Gracias por tu interés.
Hola Isabel, me ha ocurrido lo mismo en Linkedin y es cierto que uno al enterarse que los motivos pueden ser el hecho de que algún administrador te haya considerado spammer o que tu contenido es poco relevante, enoja bastante. Interesante el post y la reflexión. Gracias y un saludo.
Gracias Melisa. Molesta bastante verte en esa situación con lo que puedo entender perfectamente tu malestar. Se presupone que los administradores son coherentes y honestos pero eso es mucho presuponer.
Gracias por pasarte.
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Enhorabuena por tu post, Isabel.
También he vivido esa experiencia en Linkedin hace unos meses. Me sorprendió mucho y no sabía por qué había ocurrido (y tampoco conseguí saber dónde se originó «el problema»).
¡Un abrazo!
Gracias Juan Pedro.
Ni lo sabrás. Yo tenía una sospecha e hice limpieza de grupos.Curiosamente desde que lo hice ya no me ha vuelto a pasar.
Lo que está claro es que algunos moderadores se piensan que es su reino de Taifas.
Isabel