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Proceso de selección

¿Hay vida más allá del currículum?

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Día 1 de tu nueva situación laboral.

Acabas de quedarte sin trabajo, o ya has decidido que no quieres seguir donde estás e incluso es posible que sientas que necesitas un cambio de aires.

Y una de las primeras decisiones que tomas es la de quitarle el «polvo» a tu currículum y empezar a actualizarlo.

Me atrevo a decir que, en un elevadísmo porcentaje, pensar en el currículum es uno de los primeras decisiones que se toman cuando nos planteamos un cambio laboral y/o profesional, incluso por encima de poner al día nuestro perfil de LinkedIn.

Lo cierto es que resulta muy difícil concebir una búsqueda o un cambio de empleo sin pensar en ese documento que nos acompaña y que, supuestamente, nos define como profesionales.

Y ese es precisamente el problema: un currículum suele la primera, principal y prácticamente única herramienta para buscar empleo, con todos las ventajas e inconvenientes que eso supone.

No sin mi currículum

Me llama mucho la atención el nivel de dependencia que, en general, tanto empreas como candidatos/as tienen en el currículum.

Parece como si no existiese ninguna otra opción que sea equiparable al currículum y que, por supuesto lo sustituya.

Hace unas semanas me contactaron por Linkedin desde una escuela de negocios.

Estaban buscando profesores para uno de sus Masters y habían visto mi perfil.

Me pidieron hablar conmigo para ver si podría interesarme el proyecto y si mi perfil encajaba en lo que estaban buscando.

Hasta aquí todo normal.

Mi sorpresa vino cuando, después de comprobar que a las dos partes nos encajaba el proyecto, la persona de la escuela de negocios me pide que le haga llegar mi currículum.

Sinceramente, si tenemos en cuenta que el contacto había sido a través de una red social y que, precisamente, había sido mi perfil en esta lo que les había motivado para llamarme, ni entendía la petición de un currículum ni me parecía apropiado.

¡Bye bye CV!

Con este tipo de situaciones, he llegado a la conclusión de que pedir un currículum se ha convertido en algo tan absolutamente mecánico que las empresas lo piden aunque no sea necesario ni relevante.

De hecho, en los procesos de selección que hago, no pido el currículum al candidato porque no me va a aportar nada de valor que no haya visto previamente en el perfil de LinkedIn de este.

Lo más curioso es que los candidatos se quedan un poco descolocados cuando les dices que no necesitas su currículum y que no es necesario que te lo envíen.

Tengo la percepción de que tanto las empresas como los/as candidatos/as se sienten perdidos si no está este documento por medio.

Por qué no me gustan los currículum

Los que me conocéis sabéis que hablo abiertamente de lo poco que me gustan los currículum por una serie de razones:

Un currículum no es más que un «trozo de papel» que habla de tu pasado

La mayor parte de currículum hablan de lo que la persona ha hecho en el pasado y, con un poco de suerte, reflejan lo que la persona es a nivel profesional.

Sin embargo, la posibilidad de que este documento se quede desactualizado con rapidez es muy elevada.

Y más si tenemos en cuenta que, en los tiempos que corren, es difícil pensar que la persona no haya hecho nada en 6 meses.

De ahí que  sea necesario buscar otras opciones que nos permitan mostrar quiénes somos a  nivel profesional de una forma real y actualizada.

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Photo credit: Freepik

 El currículum solo habla de lo que tú dices que haces pero no de lo que en realidad haces

Una de las cuestiones que menos me gustan de los currículum es precisamente el hecho de que estos permiten poner todo lo que te apetezca.

Ya sabemos el dicho de que «el papel lo aguanta todo« y algunas personas piensan que la función que cumplen precisamente estos documentos es la de mostrar una imagen sobre nosotros a nivel profesional lo más «bonita» posible, aunque suponga mentir como bellacos.

En un currículum no es posible conocer tus habilidades

¿Cómo vas a plasmar en un currículum que sabes trabajar en equipo, que tienes capacidad de análisis u orientación al cliente?

La respuesta es que no se puede, porque aunque lo pongas muy bien explicado, la realidad es que el entrevistador/a no se lo va a creer.

No hay forma de reflejar las habilidades en un currículum.

Curiosamente, las empresas, cada vez más, buscan en los candidatos conocer sus habilidades y no tanto su experiencia ya que son precisamenate estas las que determinarán que la persona pueda realizar las tareas del puesto de trabajo de forma eficaz.

Solo tienes 6 segundos para llamar la atención del entrevistador/a

Las exigencias de que los currículum no sobrepasen 2 páginas, e incluso 1, hacen que  sea muy difícil mostrar quién eres a  nivel profesional, con el riesgo de que el entrevistador/a de turno se lleve una impresión de tí por lo que ha visto en este en unos escasos 6 segundos

¿Qué vas a hacer para destacar?

No existe el currículum perfecto

Por mucho que algunos/as traten de vender esa idea, la realidad es que no existe el currículum perfecto sino que depende mucho de los gustos de la persona que lo revisa.

Y lo que para uno es un buen currículum para otro, no.

Al final la clave está en diferenciarte de los demás y no tanto en ser un clon de tantos otros/as candidatos/as.

¿Te imaginas una entrevista de trabajo sin currículum?

¡Ojo!

No se trata de hacer una entrevista sin ningún tipo de estructura, y de forma poco profesional donde se hable de todo un poco.

Se trata de cambiar por completo la forma en la que se hacen las entrevistas y donde estas no giran de forma exclusiva en la información contenida en el currículum.

Son las entrevistas por competencias donde lo que se trata de evaluar son las habilidades del candidato/a.

Y para ese tipo de entrevistas no necesitas un currículum ya que no vas a preguntarle por su experiencia profesional ni su formación, sino que se centran en situaciones reales que hayan vivido los/as candidatos/as y que son un reflejo del tipo de conductas que han desarrollado en torno a una determinada habilidad.

Ventajas de las entrevistas de trabajo sin currículum

Las ventajas de este tipo de entrevistas son indudables:

De la entrevista de trabajo a la conversación

En mis formaciones insisto mucho en la idea de que debemos abandonar la idea de la entrevista tradicional y pensar más en una conversación entre dos personas.

De lo que se trata es de generar una buena experiencia en la entrevista, trabajando de forma especial la experiencia del candidato/a.

Permiten detectar talento

Los/as candidatos/as son mucho más que lo que este documento refleja.

Cuando dejamos de pensar en un/a candidato/o como un profesional, sin tener en cuenta su currículum podemos ver mucha más información ya que la conversación fluye.

Es como si estos documentos nos constriñesen y no nos permitiesen ver más allá.

Y no podemos olvidarnos que unas de las principales tareas de los profesionales de Recursos Humanos es, precisamenete, ser capaces de detectar talento.

¿Cuánto talento crees que puedes ver en un currículum?

Ayudan a que el/la candidato/a muestre quién es en realidad

Ya sabemos que hay multitud de información en la red que cuenta cómo contestar a las consabidas preguntas que se repiten en las entrevistas, cómo reaccionar ante determinadas situaciones o cómo hablar de experiencias con las que no nos sentimos cómodos/as.

Este tipo de entrevistas permiten que el/la candidato/a siente que lo que de verdad importa es él y que deje de estar enconsertado/a respondiendo preguntas como si fuese un autómata.

¿Y a ti? ¿Se te ocurren más ventajas? 

Isabel Iglesias

 

 

 

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