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@Jaime_Armada en el Rincón del blogger: "El reclutamiento emocionalmente inteligente"

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En las últimas semanas, he visto un aumento del interés, por parte de diferentes reclutadores y expertos de recursos humanos en la temática de la inteligencia emocional.

El auge de los nuevos perfiles tecnológicos, podía hacer pensar que estas competencias más emocionales iban a perder peso en favor de conocimientos y experiencia altamente especializados, como programar java, administrar sistemas o una alta capacidad analítica, ya que se trata de habilidades muy apreciadas en muchos de los perfiles más buscados de hoy en día.

Sin embargo, no todos los perfiles se reducen a eso y la tendencia no ha acabado de ser así. Las competencias propias de la inteligencia emocional siguen siendo altamente valoradas y buscadas. De esta manera, no todos los perfiles tienen que ser, necesariamente, unos ases en las nuevas tecnologías o, en todo caso, deben también disponer de otras competencias igual de valiosas.

Si acudimos al documento los más buscados del 2014 de Adecco, podemos ver que también hay otros perfiles muy valorados. Podemos encontrar a especialistas en productos médicos y de la salud, a Account Managers o, sin ir tan lejos, ingenieros comerciales. Todos estos perfiles, tienen una cosa en común: necesitan tener unas fuertes competencias sociales y emocionales, es decir, competencias que caen dentro de la inteligencia emocional, que entendemos de la siguiente manera:

La habilidad de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás”. (Extraído de la obra de Fernández-Berrocal y Extremera)

Ahora bien, ¿por qué es importante la inteligencia emocional?

Las relaciones humanas tratan de personas en contacto con personas. Parece una observación insignificante, pero eso significa que no somos máquinas. Tenemos sentimientos, emociones, estados de ánimo… Gestionar tus propias emociones y las de los demás se hace vital en las empresas.

Cualquier persona que dirija equipos debería tener nociones no sólo de gestionar funciones, si no de gestionar emociones y sentimientos. Un comercial no sólo tiene que vender un producto, tiene que transmitir confianza, seguridad y establecer vínculos con el comprador. Un profesional de marketing tiene que saber transmitir emociones en poco tiempo y hacer que el target sienta lo que él quiere que sienta.

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Podemos ver por todos estos ejemplos que la inteligencia emocional, efectivamente, sí que importa y mucho. Por esta razón hay una serie de elementos que se buscan en los profesionales.  Son las llamadas competencias personales y las sociales.

Las competencias personales, tienen que ver con el autoconocimiento y la gestión de nuestros recursos internos y emociones. Aquí, por ejemplo, podríamos ubicar conocer nuestras reacciones emocionales, confiar en nosotros mismos y otras competencias, cómo son la iniciativa, el optimismo, la adaptabilidad o nuestro autocontrol emocional. Todas estas características pueden hacer que vivamos nuestras experiencias de manera plena y positiva.

En lo que respecta a las competencias sociales, éstas tienen que ver sobre la sensibilidad que tenemos hacia el entorno, pero también en cómo gestionamos nuestras relaciones. De esta manera, aquí se destaca el hecho de ser empáticos hacia los demás o bien tener una conciencia de que formas parte de algo que es más grande que tú, de una organización. En la gestión de las relaciones podemos encontrar multitud de elementos que participan en ello, cómo el liderazgo, la capacidad de influir, trabajar en equipo o establecer vínculos. Todo ello nos facilitará nuestras relaciones con los demás y cuidar de ellas.

La inteligencia emocional en el proceso de reclutamiento y la búsqueda de empleo

Ahora, pongamos por caso que tengamos aquellas competencias emocionales que son más buscadas. ¿Cómo podemos sacar provecho de ellas en el proceso de reclutamiento? ¿En qué va a afectar a mi proceso de reclutamiento o en la búsqueda de trabajo?

Cómo ya he dicho antes, la inteligencia emocional tiene mucho que aportar a nuestra vida privada. Una de las cosas por las que destacan las personas con alta IE es que poseen una gran resiliencia. Esto quiere decir que son capaces de soportar una mayor frustración e insistir en la búsqueda de trabajo. Igualmente, mientras buscamos trabajo una buena comunicación, una fuerte vinculación y confianza con todas las personas que nos rodean, nos permitirán acceder a las ofertas de trabajo ocultas.

También puede ayudarnos a enfrentarnos y preparar mejor las ofertas de empleo. Parte de la inteligencia emocional es poseer un rico autoconocimiento. Conocernos mejor nos permitirá afrontar la entrevista laboral con seguridad y presentar una imagen madura y real de nosotros mismos. Nos podremos presentar delante de la persona que nos entrevista con una buena capacidad de insight que, seguramente, no le dejará indiferente.

Aún más, podremos empatizar con nuestro entrevistador y sintonizaremos emocionalmente con él. Al encontrarnos al mismo nivel comunicativo y emocional, tendremos más pistas de lo que busca y la comunicación será más fluida, sencilla lo que posiblemente de lugar a que el entrevistador esté mejor dispuesto hacia nosotros. Un buen autoconocimiento también es algo absolutamente valioso en medio de una entrevista. Conocer nuestros puntos fuertes y debilidades, nos permitirá adaptarlas y explotarlas durante la entrevista. Por ejemplo, para un puesto comercial destacaremos aquellos que requiere la oferta, como podrían ser habilidades comerciales, resiliencia y habilidades sociales. Todo esto no lo haremos de cualquier manera, si no que pondremos ejemplos de nuestras experiencias pasadas, reforzando nuestros argumentos aún más.

Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de otro tipo de reclutamiento: el reclutamiento interno. Este tipo de reclutamiento no es fruto de la casualidad sino que suele ser parte de la estrategia de la organización en la atracción y búsqueda de talento. Demostrar, por ejemplo, en el día a día la capacidad de trabajar en equipo y liderar es algo que nos ayuda en el crecimiento dentro de la organización y tal vez sea en este tipo de evolución donde más destaque la IE.

Como habéis podido leer, la inteligencia emocional es algo realmente importante en el mundo laboral. Pero no sólo eso, juega un papel clave en nuestra felicidad. Atesorarla y cuidarla es algo fundamental, si queremos crecer cómo profesionales y como personas.

Foto JaimeJaime Armada es Licenciado en Psicología por la Universidad de Girona. Actualmente está cursando un Master en trabajo, relaciones laborales y RRHH por la misma universidad.

Ha trabajado en varias empresas en temas de reclutamiento y formación.

Jaime se considera un gran apasionado del reclutamiento ya que permite conectar personas y empresas.

Tiene un blog dedicado a selección, orientación laboral y RRHH.

Si quieres conocerlo un poco más puedes visitar su perfil de LinkedIn 

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Comentarios (4)
  1. […] Por eso es clave hacer una buena selección de los componentes de un equipo. No basta con su aspecto exterior, su currículo o su capacidad narrativa. Es necesario que hayan madurado y entreguen su esencia, su actitud, su flexibilidad, su pasión a la hora de trabajar en el día a día con todo el equipo. En definitiva, su maduración emocional. […]

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  2. adrianagmz 10 años atrás

    este mismo autoconocimiento es indispensable para el trabajador autónomo, que para poder venderse como profesional y su proyecto, necesita saber hasta donde puede llegar y lo que puede hacer, qué tipo de equipo de trabajo allegarse y como hacer para que todos labores juntos, en armonía y con un ambiente aradable

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  3. […] Fuente: Jaime Armada […]

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