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#Chispazos de formación 10: cómo cambiar tu estado

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Una de las cuestiones con las que me suelo encontrar con frecuencia en las sesiones de Coaching es que, a veces, a las personas les cuesta salir de un estado concreto, que suele ser negativo, y cambiarlo a uno más adecuado.

Suele ser habitual frases del estilo: «el enfado me duró todo el día», «no pude disfrutar de algo debido a que mi cabeza no paraba de pensar en los problemas de la oficina», o «me enfadé con fulanito y terminé discutiendo con todos los compañeros».

Esto es debido a que las emociones de las situaciones, que suelen ser negativas, terminan por hacerse fuertes y si no tenemos herramientas suficientes, nos quedaremos atascados en esa emoción sin poder modificarla.

Es por ello que en Coaching suelo trabajar lo que se denominan anclajes:

Los anclajes son improntas o asociaciones que realizamos de forma inconciente ante determinados estímulos.

¿Te ha pasado alguna vez que has esuchado una canción y en ese momento has recordado una imagen, un olor, un sentimiento y te ha cambiado el estado? eso es un anclaje

Los anclajes más habituales son los visuales, auditivos y cinestésicos.

Los visuales tiene que ver con imágenes, los auditivos con sonidos y los cinestésicos con el tacto.

Todos tenemos anclajes, tanto positivos como negativos.

La mayoría de ellos son inconscientes; es decir vamos creándolos sin ser concientes de ellos y cuando nos encontramos ante un determinado estímulo reaccionamos de una manera u otra. Es el momento en el que el anclaje se ha disparado.

Pese a que la mayor parte de ellos son inconsciente, nosotros podemos crearnos anclajes para determinadas situaciones.

Por ejemplo: imaginate que el hecho de tener que hablar en público te produce bastante nerviosismo. Una de las herramientas habituales es sustituir ese estado de nerviosismo por otro que sea más adecuado, y como se diría en PNL, más ecológico.

Para ello puedes ayudarte de los anclajes, para modificar tu estado de nerviosimo por otro diferente. Puedes pensar en una canción o en algún sonido que te de tranquilidad, te haga sentir confiad@, o visualizar una imagen que tenga un determinado efecto para tí que te ayude a pasar de un estado a otro.

Para crear un anclaje es necesario que la asociación entre el estímulo y la emoción se repita en el tiempo.

Es decir, no por escuchar una canción una vez va a suponer que ya te has creado un anclaje.

¿Os habéis dado cuenta como a algunos bebés les relaja tocar una mantita o un muñequito suave? han creado un anclaje cinestésico o basado en el tacto. La mamá sabe que el que el bebé toque ese objeto le relaja y le ayuda a dormir. Y el bebé ya ha asociado ese tacto con cambiar su estado de llanto o nerviosismo al de tranquilidad.

Y esto mismo que hacen los bebés los hacemos los adultos todos los días: cada uno de nostros tiene sus propias estrategias para cambiar de estado. Sólo hay que descubrirlas y usarlas para que nos ayuden en vez de que jueguen en nuestra contra.

Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo. Alexei Tolstoi
Quiero agradecer de corazón a Víctor Candel(@jecanpa) que me haya servido de inspiración para escribir este post.

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Comentario (1)
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