Recursos Humanos

@Acm36 en el Rincón del Blogger: El Ego y los equipos de trabajo

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He podido ver cómo se ha perjudicado el funcionamiento de un departamento por falta de coherencia, egoísmo, competitividad, de querer ser siempre el número uno… Siempre llegamos a un tope y a un límite de nuestras capacidades, siempre, y eso, se puede complementar gracias al resto del equipo. ¿Por qué no compartir? ¿Por qué no ser honesto? ¿Por qué no pedir colaboración? ¿Por qué preferir quedarse callado y optar por el camino, en el que el daño, no sólo nos lo hacemos a nosotros mismos sino también a terceros? La respuesta que me sale a todas estas preguntas es: El Ego.

Dyer dice: que el deber de la nueva generación no es poner fin a una guerra sino al concepto de guerra. Derivado de nuestra identificación del ego, de creer que soy lo que tengo, lo que piensan de mí, que estoy separado de los demás…

Voy a utilizar parte del extracto de la película “El cambio” por el Dr. Wayne W. Dyer para adentrarnos en los componentes del Ego.

-Hacemos un viaje hacia la ambición, el ego es una parte nuestra que nos dice: “tú solo eres lo que tienes”.  Se empieza con cosas como los juguetes para pasar a las cuentas corrientes y a las posesiones y en menos que canta un gallo; empezamos a identificarnos en base a nuestras posesiones. Empezamos a creer en una serie de creencias que dicen que cuanto más tenga más valioso seré como persona, por lo tanto, nos pasamos la vida cogiendo a los niños y sumergiéndoles en una cultura que enfatiza a ese “más” casi se convierte en un mantra del ego: “Tienes que poseer más, cuanto más tienes más consciente eres de que la gente va a intentar arrebatarte las cosas” y más te obcecas en protegerlas y en cómo poder conseguir muchas más, pero el dilema es: “si eres lo que tienes y las posesiones desaparecen, lo que eres también desaparece en el proceso”

-El segundo componente del ego es la idea de que “No solo soy lo que tengo sino que también soy lo que hago” y en este caótico mundo que cree que se es lo que se hace, nos consumimos pensando que la idea del éxito, del valor y de la valía se basa en cuantas cosas se puedan llegar a conseguir, por lo tanto tengo que ganar más dinero, tengo que intentar ascender, tengo que competir con todo aquel que quiera arrebatarme lo que yo tengo, nos enseñan que el mundo está diseñado para la competición.

-La tercera característica del Ego soy lo que otros piensan de mí, soy mi reputación

Flower in black and white

“El cambio” Dr. W. W. Dyer.

Algunas veces se nos asigna un trabajo que por x razones no podemos llevarlo a cabo y nos encontramos ante dos actitudes:

El del Ego: Tengo que hacerlo yo, el trabajo y la recopilación es mía y no es justo que otro se lleve los méritos, y si no puedo hacerlo se queda en mi poder, y si lo hago y lo saco, posiblemente no sea un trabajo brillante, pero es mío.

Cuando llegamos al tope de nuestras limitaciones el trabajo se queda inacabado y siempre se puede mejorar. Con esta opción de no compartir, dañamos a terceros y restamos el rendimiento de un departamento o de un equipo de trabajo.

El no Ego: Reconocer que se ha llegado al límite, comparto mi trabajo y mis ideas para ver cómo se puede mejorar, solucionar y sacar el trabajo adelante en equipo. No se piensa en uno, se piensa en conjunto y por el bien común.

A pesar de las adversidades, nunca hay que olvidar que, adquirimos un compromiso con las personas y con nosotros mismos en el trabajo y en la vida. Muchas veces, nuestros actos, el no hacer las cosas pueden dañar a otros, es momento de pensar desde el NO Ego y actuar con coherencia en la toma de decisiones.

Cuando seamos capaces de aparcar el ego será entonces cuando podamos ver las cosas desde un prisma diferente y desde la igualdad de los hechos.

¿Cuándo acabaremos con el concepto de la separación?

Cuando la gente sea capaz de ver lo que “nos une” más de lo que “nos separa” o tendremos que empezar nuevamente de cero.

No se trata de ser el tonto o el listo de turno sino de ser razonablemente responsable.

ana carmen moruga

Ana Carmen es en la actualidad la coordinadora de la iniciativa «No Quiero Ser Portada De Los Lunes Al Sol», iniciativa dedicada a la ayuda de personas desempleadas y en proceso de reorientación personal y profesional.

Osteópata de formación, a los 25 años creó su propia empresa: un centro de formación donde, además de impartir cursos de osteopatía, se formaban a monitores y entrenadores para diferentes sectores: preparadores físicos, monitor de aire libre…

Actualmente estudia el Grado en Administración y Dirección de Empresas en la UNED.

También escribe su propio blog: El valor más preciado eres tu.

Puedes conocerla un poco más en su perfil de LinkedIn y a través de su twiiter @Acm36.

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Comentarios (3)
  1. […] He podido ver cómo se ha perjudicado el funcionamiento de un departamento por falta de coherencia, egoísmo, competitividad, de querer ser siempre el número uno… Siempre llegamos a un tope y a un lí…  […]

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  2. Gaby 11 años atrás

    En la empresa donde trabajo, sucede todo lo contrario: no hay interés, ni competitividad, nadie quiere ser el número uno, ni si quiera el dos. Por acá todos quieren venir, a pasarse los días haciendo lo mismo, pero esperando ganar más sólo por acumular antigüedad. ¿Qué se hace con un «equipo» de trabajo así? Tan lleno de mañas acumuladas con el tiempo, que incluso llegaron al punto de decir «así soy yo y no voy a cambiar»

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    • Isabel Iglesias 11 años atrás

      Hola Gaby: lo que cuentas es mucho más habitual de lo que nos gustaría. Estamos llegando al punto de «salvese el que pueda» sin mirar lo que ocurre en nuestro alrededor.
      Desafortunadamente no parace que de momento vaya a cambiar este tipo de actitudes ya que hay mucha gente que está bastante molesta con todo lo que ha sucedido en las empresas a raíz de la crisis económica.
      Gracias por pasarte y por dejar tu comentario.

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