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¿Dónde se han quedado los empleados estrella?

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Ahora que ya ha acabado el Mundial de Fútbol y, a la vista de los paupérrimos resultados de algunos equipos y sus jugadores que, supuestamente eran estrellas y cuyo buen hacer nadie cuestionaba, he recordado una conversación entre varios directivos este pasado invierno con tintes futbolísticos. Comentaban, no sin cierto pesar, cómo la crisis económica había hecho mella en sus equipos. De hecho, y esto fue lo que me llamó la atención, la frase que una de las personas utilizó fue «mi delantero centro ya no mete goles». Reconozco que tuve pedir ayuda para que me explicasen cuál era la función del delantero centro en un equipo de fútbol, ya que mi desconocimiento de la materia es abultado. Así fue como descubrí que en los equipos de fútbol existe una posición donde la función principal es marcar goles. Y el resto del equipo ayudar a que eso se produzca.

Visto así no parece muy diferente de lo que sucede en las empresas: el objetivo es vender y el resto de la organización apoyar a que se produzca la venta. O por lo menos tal y como lo conocemos hasta ahora.

Una de las cuestiones que más comentaban este grupo de directivos era el declive de muchos de sus vendedores. Profesionales de la venta que habían obtenido unos resultados de ventas magníficos en los años previos a la crisis y que, evidentemente, sus resultados en la actualidad distaban mucho de aquellos años. Nos planteabamos hasta qué punto la crisis había incidido hasta llegar a hacer que un empleado, que había demostrado haber mantenido una buena línea durante varios años, tuviese unos resultados tan diferentes. Al fin y al cabo se supone que si una persona destaca es porque dispone de unas habilidades y conocimientos que sobresalen de lo que consideramos normal.

Lo que en realidad discutiamos era si, esos empleados estrellas lo habían sido de verdad o simplemente se habían beneficiado de una situación económica favorable.

Es innegable que una crisis por la que hemos y seguimos pasando ha podido arrasar con todo lo que hasta ahora era conocido y aceptado por las empresas, pero no creo que convierta empleados estrella en normales. Un par de años antes de la crisis asistí a una charla donde el ponente contaba una situación que había vivido en una empresa cliente.

El director general se quejaba de que no tenía vendedores sino «recogepedidos» y se mostraba preocupado por esa situación. Lo más curioso de todo es que las ventas iban de maravilla con lo que no podía decir que sus comerciales no estuviesen cumpliendo con los objetivos marcados. Era más que evidente que este directivo empezaba a ser consciente que sus aparentemente empleados estrellas lo eran más por las propias condiciones externas que por las habilidades y capacidades que podían demostrar. Desafortunadamente, este hecho no es una mera anécdota aislada sino que se ha producido en un gran número de empresas. lápices de colores

Ni  antes había muchos empleados excepcionales, ni ahora hay tan pocos.

Se tiende a pensar que la crisis ha «lanzado» al mercado mucho talento. Si bien es cierto que hay empresas que no han tenido más remedio que desprenderse de magníficos profesionales, esto no implica necesariamente que haya abundancia de talento. Más bien todo lo contrario. Tanto en épocas de crisis como de abundancia, el talento sigue siendo un bien escaso. La diferencia reside en que, dependiendo de la situación que haya en cada momento, relajamos, o no,  los criterios de lo que consideramos que es talento.

La realidad es que hasta hace unos años, los llamados empleados estrellas lo eran por varias razones:

  1. Disponían de unas habilidades fuera de lo habitual y un desempeño excelente, o por lo menos, por encima de la media.
  2. Su nivel de conocimientos y expertise sobre su puesto de trabajo era también muy notables lo que les hacía destacar frente al resto de empleados.
  3. Se movían en un ambiente predecible y controlable con lo que la ecuación aptitudes+actitudes=éxito solía funcionar razonablemente bien.

«Nada permanece, salvo el cambio» Heráclito

Sin embargo, los continuos cambios en las organizaciones ha dado lugar a que estos denominados empleados estrellas se hayan quedado en colaboradores con desempeños normales o discretos. Y de ahí el origen de la conversación entre los directivos.

Una de las grandes dificultades que tienen las organizaciones, y por lo tanto las personas que las integran, es la de adaptarse a los cambios. Hasta hace unos pocos años, los cambios eran pausados y se iban instalando de forma gradual en nuestras empresas, lo que nos permitía a todos poder adaptarnos sin necesidad de hacer grandes esfuerzos ni tener que salir de nuestra zona de confort, salvo lo justo y necesario para hacer algunos ajustes. Así, la irrupción de las redes sociales ha dado lugar a que estén empezando a surgir nuevos empleados estrella basado, básicamente, en las siguientes ideas:

  1. Los nuevos empleados estrellas lo serán por su capacidad de crear relaciones así como conectar ideas, conocimientos y personas. Nos movemos en un mundo hiperconectado donde empezarán a brillar aquellas personas que dispongan, no sólo de determinados conocimientos específicos y de la actitud necesaria para poder desarrollar sus funciones. Sino que las competencias digitales empezarán a ser fundamentales en los nuevos empleados estrella.
  2. El conocimiento dejará de ser propio y exclusivo de quien lo posea para ser colectivo. Se acabó la trasnochada idea de no compartir nuestros conocimientos con los demás. El conocimiento, hoy en día, está al alcance de cualquiera con un simple clic. Cuaquiera tiene en sus manos poder acceder a una fuente inagotable de conocimientos como es la red. Y eso ya no supone una diferencia. Es la democratización del conocimiento.
  3. Colaborar frente a competir. Las antiguas relaciones basadas en la competividad entre colaboradores para alzarse con un imaginario premio dejarán paso a la colaboración como la forma más útil para poder generar sinergias entre todos los empleados. Si partimos de la idea de que la información ya no es poder, ¿qué sentido tiene competir con los demás?

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Isabel Iglesias   slide_libro

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Comentarios (3)
  1. gushini 10 años atrás

    Si yo te contará… acostumbrase a vender a cambio de hacer las mejores ofertas abusando de los recursos disponibles sin cuidar debidamente a tu clientela termina pagándose, porque el único vinculo que has creado es económico y este puede ser superado en cualquier momento por otro con mejores ofertas; sin embargo, cuando inviertes tiempo y usas como mejor estrategia el win-win, tus resultados no serán tan espectaculares como los de los estrella; sin embargo, se mantendrán más y mejor en el tiempo. El problema es que se han considerado profesionales estrella a los que tenían mejores resultados sin tener en cuenta la calidad de su trabajo y sobre todo, el equilibrio emocional con el que lo hacían para que la presión no afectase a su salud y a su ámbito personal y familiar. Quiero compartir contigo uno de los muchos post que hasta ahora he escrito sobre el tema: http://vivirconpanyaceitedeoliva.wordpress.com/2013/10/15/orientado-hacia-el-r-e-s-u-l-t-a-d-o/ Me lo permito ¡Un besazo!

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    • Isabel Iglesias 10 años atrás

      Hola Gustavo: efectivamente eso es lo que vengo a decir en el post. La falta de criterio ,o más bien, la utilización de criterios podo acecuados para considerar a un empleado estrella.
      Es evidente que los empleados estrella ni han dejado de serlo de la noche a la mañana ni su desempeño ha caido en picado. Lo que ocurre es que nos hemos guiado por unos criterios que no nos han servido para detectar el talento. En el fondo no es más que una cuestión de dificultad para poder detectar el talento y valorarlo.
      Gracias por compartr tu post con todos nosotros!!!
      Como siempre un placer tenerte en el blog.

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