Recursos Humanos

Ponga un empleado tóxico en su empresa y se volverá imprescindible

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Hace unos años una empresa me contrató para que crease el Departamento de RRHH y lo dirigiese. Al poco de empezar a trabajar, el Director General me llamó y me dijo que quería hablar conmigo. Tenía un problema con un trabajador y no sabía cómo solucionarlo.
Se trataba de un empleado que llevaba mucho tiempo en la empresa. De hecho prácticamente había «crecido» con la empresa y había ido promocionando hasta llegar a Jefe de Ventas, era un empleado comprometido con la empresa. Con el paso del tiempo se habían ido acentuando una serie de diferencias entre la dirección de la empresa y el Jefe de Ventas hasta el punto de que la sintonía era casi nula. El empleado no estaba de acuerdo con algunas decisiones que había tomado la empresa, lo manifestaba abiertamente con comentarios y hechos ante sus compañeros y colaboradores e incluso llegaba a manifestarlo abiertamente ante la Dirección General. Todo esto había derivado en un mal clima laboral y la tensión era continua. El Jefe de Ventas se había convertido en un empleado tóxico.
La Dirección General sabía que el problema tenía dificil solución ya que no querían prescindir de esta persona por varias razones: generaba una gran cantidad de negocio para la empresa y además, por su puesto de trabajo, tenía acceso a datos confidenciales, que en manos de la competencia podría haber supuesto un grave problema para la empresa. 
Ante esa perspectiva el Director General había decido mantener la situación e ir solucionando los problemas a medida que iban surgiendo. Es decir, había llegado a la conclusión de que era un empleado imprescindible y prefería asumir los inconvenientes que producía el hecho de que era un empleado tóxico a prescindir de él.

Curiosamente es una situación que me he encontrado varias veces a lo largo de los años que llevo trabajando. Y lo que es más llamativo, es el hecho de que, en la mayor parte de las ocasiones, la empresa ha preferido «sacrificar otras piezas» antes que prescindir de esa persona.

¿A qué se debe esto?Básicamente a varias razones:
– En los casos que me he encontrado, los trabajadores tóxicos solían ser personas muy allegadas a la Dirección General y que durante varias años habían sido un gran apoyo para ésta; es decir, se habían ganado la confianza a fuerza de trabajar durante muchos años y de obtener resultados excelentes.
– Por lo general, suelen ser personas con gran poder de influencia entre sus colaboradores y compañeros, influencia que han ganado con los años y gracias a una gran capacidad de establecer relaciones.
– Disponen de acceso a información confidencial y además poseen capacidad para obtener información de manera informal. Manejan de manera acertada todo el circuito de relaciones informales en la empresa, de tal manera que suelen tener un mapa bastante acertado de lo que pasa dentro de la organización.
Y entonces, ¿qué pasa para que un empleado, aparentemente tan comprometido, se convierta en tóxico?
En los casos que me he encontrado suelen ser diferencias en la gestión que van minando la relación en el día a día. A veces simplemente es que el empleado siente que ha dejado de tener un «lugar especial» en la empresa, y se siente traicionado por ésta, cambios en la dirección de la empresa…….Es dificil llegar a determinar las causas ya que éstas son tan particulares como la persona que se siente agraviada.
Y un empleado tóxico, ¿es irrecuperable?
Lo ideal sería evitar que empleados brillantes y comprometidos con la empresa se conviertesen en tóxicos. 
Y una vez que la empresa ya ha detectado esa situación, tan sólo queda tratar de solucionar los problemas que han dado lugar a ese cambio en el empleado o si no, la salida del empleado suele ser la única solución.
Hace varios años me encontré con una situación peculiar en una empresa. Estaba recién llegada, en el Departamento había una administrativa que llevaba bastante tiempo realizando las tareas más importantes a nivel administrativo. Era una persona bastante negativa, se quejaba continuamente de todo, generaba mal ambiente y sus compañeros trataban de huirla por su mal humor. Los primeros meses de trabajo con ella fueron muy dificiles, hasta que llegó el día en que no pude más y le dije a mi jefe que iba a despedirla. Inicié un proceso de selección para contratar a otra persona pero no encontré el perfil que estaba buscando, así que decidí replantearme la relación y la situación de esta persona.
Empecé escuchándola más y tratando de ver qué era lo que necesitaba, sus preocupaciones, carencias formativas…….y empezamos un proceso de reciclaje y formación general.
Al cabo de unos pocos meses la situación mejoró de manera notable. Era una persona más sosegada, simpática, accesible, divertida….. y su desempeño había mejorado bastante.
Descubrí que lo único que necesitaba era algo tan sencillo y a la vez tan dificil como sentirse valorada.
Y es que no hay mejor motivación que sentirse especial.

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Comentarios (6)
  1. Daniel Sánchez 11 años atrás

    Excelente post, como de costumbre, Isabel.
    En la función directiva se olvida en demasiadas ocasiones que el motor motivacional por excelencia de los empleados es no solo la sensación de que se cuenta con ellos, sino -y sobretodo- la sensación de que se les tiene en cuenta (que no es lo mismo).
    No siempre el final de la historia será un final feliz, pero siempre hay que explorar y compartir con la persona afectada para intentar comprender sus circunstancias. ¿Qué es la función del liderazgo sino la creación de climas donde cada cuál encuentre su motivación?

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  2. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Daniel:
    Gracias por tu comentario. Si que es cierto que nos olvidamos de que una de las tareas básicas de dirigir, gestionar, liderar es crear un clima adecuado para que los colaboradores se desarrollen de manera efectivo. Qué lástima que nos olvidems con tanta frecuencia de ese «insignificante» aspecto.

    Gracias por pasarte.

    Isabel

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  3. Anonymous 11 años atrás

    Muy bueno…el empleado tiene q tener un paquete de motivaciones q no solo es el dinero

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  4. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Gracias por tu comentario.El dinero, ya sabemos que como elemento motivacional, es muy pobre y sus efectos duran bastante poco por eso es tan importante crear un clima laboral adecuado que favorezca el desarrollo de los empleados.

    Gracias por pasarte.

    Isabel

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  5. Anonymous 11 años atrás

    Muy bueno. Cuanta razón…

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  6. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola:
    Gracias por pasarte y dejar tu comentario.

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