Recursos Humanos

El día que los departamentos de Recursos Humanos se volvieron humanos

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Hace unas semanas acudí a una jornada invitada por una consultora donde se iba a presentar un estudio de retribución flexible.

No soy especialmente amante de este tipo de eventos ya que, por mi experiencia, se terminan convirtiendo en una especie de publicidad de «qué buenos somos y nos lo creemos». Pero reconozco que hay que estar al día de todo lo que pasa en la función de RRHH y por lo menos sales con un ramillete de datos interesantes.
Sin embargo, esta vez fue diferente. En vez de ser una jornada abarrotada de asistentes en un sitio inmenso, parecía casi más una reunión de antiguos compañeros. No seríamos más de 15 ó 20 personas en una sala pequeña que invitaba claramente a la interacción entre todos.
Lo más interesante vino cuando después de presentar el estudio, se inició la mesa de debate y ahí pudimos compartir, como si fueramos viejos amigos, nuestras dificultades, preocupaciones, retos …..de la función de RRHH.
Recuerdo que un compañero, del sector de la construcción habló de lo que para ellos está suponiendo la crisis inmobiliaria en sus plantillas, de cómo hacer frente a recortes salariales del 40%, tener que expatriar empleados, ya que las oportunidades empresariales están surgiendo en paises del contienente africano, por ejemplo. De la dificultad que supone poder motivar en esta situación, cuando hay trabajadores que ni siquieran pueden cubrir sus necesidades debido a los drásticos recortes salariales que las empresas hemos tenido que hacer.
Esta persona concretamente comentaba que, a través de una fundación que tiene la empresa, estaban canalizando ayudas para estos empleados y sus familias en especial riesgo. ¿Podiamos habernos imaginado esto hace unos años? Sinceramente no.
De los departamentos de RRHH se esperaba que se dedicasen a la búsqueda, desarrollo y fidelización del talento y en estos momentos, además nos estamos dedicando también, en ocasiones, a resolver situaciones realmente dramáticas.
Llevamos tanto tiempo dedicados a ajustar plantilla, salarios y decirles a nuestros empleados que necesitamos de ellos un esfuerzo más que casi se nos había olvidado que nosotros también somos humanos, que también nos afectan las decisiones que se toman y que suponen tener que desprendernos de compañeros con los que llevamos mucho tiempo trabajando.
Claramento necesitamos adaptar la función de RRHH a los tiempos que corren y eso pasa por poner el acento más que nunca en la parte «humanos» de nuestras tarjetas de visita. 
Hoy, si cabe con más fuerza, necesitamos recuperar esa parte de contacto con nuestros empleados, que en ciertas ocasiones se había perdido en la época de bonanza económica y además seguir trabajando para que los empleados que permanezcan, sientan que esa preocupación es real y no sólo debido a la situación actual.
 
Hace poco leí una noticia donde se decía que cerca de un 40% de los empleados están en búsqueda activa de empleo y sólo están esperando a que la situación económica mejore.
Si esto al final se cumple, una gran parte de las empresas estaremos en un serio apuro debido a la fuga de conocimientos que vamos a tener dentro de nuestras organizaciones y que, por supuesto, tendrá una clara repercusión en las cuentas de resultado de las empresas.
Y la única manera de minimizarlo será trabajando desde estos momentos la parte más emocional de la función de RRHH. De lo contrario cuando la situación económica mejore, los empleados no percibirán que haya nada especial que les retenga en la empresa y se marcharán buscando un mejor sueldo, funciones, responsabilidades…… ó simplemente que se les valore como lo que son: el activo más importante que tienen hoy día las empresas.
 
Ya va siendo hora de que nos empecemos a dar cuenta que sin ellos dificilmente una empresa podrá salir adelante.
Y es que las empresas son lo que hacen y no lo que dicen… 
 
 

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Comentarios (2)
  1. Anonymous 11 años atrás

    Isabel,
    He conocido tu blog esta tarde y con tu permiso, voy a coger sitio porque me gusta mucho.

    Yo soy de RRHH y cada vez me rechina más y me retumba la palabra «Recursos»… Sí, pertenecemos a una dirección que no es la que da dinero a la empresa (si no eres una consultora) y somos un gasto. Para luchar contra eso que tantas veces me dicen, hay que cambiar la palabra recursos humanos por la dirección de personas y poco a poco ir cambiando mentalidades.
    Ene

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  2. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Ene:
    Con permiso y sin permiso puedes coger sitio en la primera fila si quieres.
    Me alegro mucho que te guste el blog. A mí me pasa algo parecido con lo de la palabra RRHH aunque también es cierto que no deja de ser una etiqueta y que de poco sirveuna etiqueta rimbombante si luego la realidad es muy diferente.

    Para mí es preferible empezar cambiando menatlidades con actitudes y conductas diferentes y ya llegará el momento de cambiar la etiqueta.

    Gracias por pasarte y dejar tu comentario.

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