Recursos Humanos

La motivación laboral según Bob esponja

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Para los que no me conocen os contaré que tengo una niña de 16 meses y eso hace que la mayor parte de televisión que veo son dibujos animados.
Hasta que no empecé a ver los dibujos animados no tenía ni idea de quien era Bob Esponja ni Dora la Exploradora, Peppa Pig……
Si no tenéis niños, o éstos están ya muy creciditos como para ver Bob Esponja, os diré  que es una esponja amarilla un tanto patosa e ingenua con un sentido del humor peculiar.
La verdad es que no me explico porque les gusta tanto a los niños. Esta esponja trabaja de cocinero haciendo hamburguesas  en un restaurante de comida rápida, con un jefe que le gusta ganar dinero por encima de todo y un compañero que es muy poco simpático ignorando a Bob Esponja todo lo que puede.
Así pues, éste desarrolla su trabajo de cocinero con gran orgullo considerándolo el mejor trabajo del mundo; o sea,le da igual las condiciones de fuera.
Para él lo más importante es hacer hamburguesas y preservar la fórmula secreta de otro personaje animado que intenta robarla un capítulo sí  y otro también.
Lo más llamativo de todo es que pese a la indeferencia que recibe de su jefe, él protege su trabajo, el restaurante y la fórmula secreta por encima de todo.
Visto así  podríamos decir que transgrede todas las teorías y estudios realizados sobre motivación laboral ya que las condiciones no son las más adecuadas a que podamos hablar de motivación en el trabajo.
O quizás no…….
Para mí la clave está en si consideramos que la motivación en el trabajo es algo que se debe a factores intrínsecos y/o extrínsecos.
Uno de mis primeros trabajos fue en una empresa de distribución.
En esta empresa había vendedores  que se encargaban de atender a los clientes de una manera bastante personalizada. De entre todos los vendedores había uno que me llamaba la atención porque conseguía unas ventas fabulosas.
Era una magnífico vendedor auque tenía ciertas pegas: si pensaba que el cliente le iba a reportar una venta pequeña directamente pasaba de atenderle y su única motivación era el incentivo que recibía por las ventas realizadas.
En la reunión anual donde se valoraba su desempeño y  se marcaban los objetivos del año siguiente su discurso era siempre el mismo: cobraba poco, según él, para los buenos resultados que tenía y por lo tanto su motivación era muy baja ya que se consideraba mal remunerado.
Sus compañeros y su responsable decían de él que le costaba trabajar en equipo, era poco colaborador y muy interesado en función a lo que podía obtener.
A la hora de contrastar con él estos comentarios se limitaba a decir que si estuviese mejor remunerado su actitud cambiaría ya que todo el problema era el dinero.
Los que nos dedicamos a la gestión de personas sabemos que el dinero es uno de los peores motivadores que existen debido a que el impacto positivo que produce un incremento salarial se diluye en  pocos meses.
Entonces si esto es así, ¿qué podría haber hecho con este vendedor para motivarle?
Realmente creo que muy poco ya que cuando una persona elige no estar motivada por cuestiones propias que poco tienen que ver con el trabajo, es bastante complicado poder motivarla con elementos externos como un incentivo variable, un horario flexible, unas condiciones laborales mejores…..Es cuestión de actitud.
La actitud de elegir estar de una determinada manera haciendo un trabajo por muy tedioso ó poco agradecido que éste sea.
De esa misma época recuerdo una persona que trabaja en la Galería del Centro Comercial y se dedicaba a hacer llaves y arreglar calzado.
El hombre, con el que tuve ocasión de hablar en varias ocasiones, hacía su trabajo con una sonrisa  independientemente de si eran las 9 de la mañana o las 22 de la noche, o si era un domingo de Navidad.
Me parecía admirable su  predisposición y buen humor a cualquier hora del día.
Un día le pregunté por qué estaba siempre tan alegre  y me contó que qué sentido tenía hacer un trabajo enfadado y malhumorado todos los días cuando se podía hacer de otra manera.
Esta persona no tenía ni Jefe ni compañeros de trabajo que pudiesen motivarle/desmotivarle ya que trabajaba solo.
Con el paso de los años, y gracias a la formación que he recibido, un día descubrí lo que para mí es la motivación en cualquier ámbito de la vida.
Realmente las personas nos movemos/motivamos por 3 tipos de necesidades:
  • La necesidad de afiliar: es decir, la necesidad de establecer relaciones con personas y que éstas sean estables y duraderas.
  • El posicionamiento: la necesidad de tener una determinada posición en la vida, ya sea como Presidente de la Comunidad de Vecinos ó como Director General de una empresa.
  • La necesidad de logro: o la necesidad de alcanzar metas y objetivos, ya sean  éstas desafiantes o no.
Si volvemos al caso de Bob Esponja claramente lo que le motiva es el posicionamiento, el hecho de ser el cocinero del Crustáceo Crujiente(la hamburguesería en la que trabaja) y en el caso del trabajador encargado de hacer llaves y reparar calzado lo que le motivaba era la afiliación,  el contacto con la gente.

¿No sería más sencillo tratar de averiguar que es lo que realmente motiva a nuestros colaboradores  en lugar de tratar de que nuestros colaboradores encajen en lo que suponemos que les debe motivar?

Hace tiempo trabajé con un Directivo  que tenía ciertas dificultades para conectar con los colaboradores con los que tenía menos “feeling”.
Le propuse que indagase qué era lo que les motivaba a estos colaboradores en base a las 3 necesidades motivacionales.
En la siguiente sesión, y para su sorpresa, me comentó que la relación con uno de ellos cambió radicalmente al descubrir que lo que le motivaba era la afiliación.
De hecho, su colaborador le transmitió que sentía que la relación había mejorado más en una conversación de 1 hora que en los dos años que llevaban trabajando juntos.
Quizás lo único que necesitamos es darnos cuenta de que la motivación laboral es un juego de niños.

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Comentarios (22)
  1. Anonymous 11 años atrás

    Hola Isabel, soy Jorge (amigo de Nuria).
    Me ha encantado lo que has escrito.
    Coincido contigo cuando hablas de la actitud y el hecho de que las personas eligen como actuar.
    Pero qué haces cuando un superior elige actuar como un déspota y no escucha NADA de lo que dice ninguna persona que está a su mismo nivel o por debajo de su nivel laboral?
    Ejemplos:
    1-has de hacer una petición y le preguntas cómo, de forma directa (oral ), o por escrito…
    Da igual la respuesta… si lo haces por escrito te dice que por qué no se lo dices de forma directa o lindezas del tipo»a mí me gusta que me digan las cosas a la cara» y si, por el contrario, se lo dicen de forma oral, te dice que se lo digas por escrito. La sensación general que produce es que parece que quiere abroncarte independientemente de lo que hagas y cómo lo hagas.
    2- Incita y (en alguno casos intenta obligar)a que el supervisor de turno, trate y hable mal al personal. Si no se hace así, da como resultado un broncón tremendo al supervisor que puede llevar consecuencias como suspensión temporal de empleo y sueldo. Lo cual, no facilita en modo alguno la convivencia laboral.

    Hablo de un persona que, en madrid no tiene a nadie por encima y que, sus superiores de Palma hacen oídos sordos de las múltiples quejas de los empleados.

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  2. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Jorge!!
    Qué alegría leerte. La verdad es que lo que comentas es una situación muy complicada donde la motivación se queda en la puerta de la oficina.Algunas empresas claramente apuestan por personas en puestos de responsabilidad que actuan como verdaderos cancerberos, como es este el caso. Estas empresas tienen la falsa creencia de que un responsable que actúe de esa manera con el equipo será más eficaz y los trabajadores tendrán mejores desempeños(la teoría del palo y la zanahoria). El quid de la cuestión es si, como comentas, sus superiores consienten la situación. En estos casos es evidente que es un problema de cultura empresarial y que ese tipo de actitudes son consentidas e incluso fomentadas.
    Para mi la solución estaría en un plante general, pero tal y como están las cosas es implanteable.
    La única manera de que esta persona cambiase de actitud es si ve que sus tácticas no le dan resultado pero mientras que le funcione y se sienta apoyado, dificilmente dejará de actuar así.
    No hay fórmula mágica, Jorge!!.
    Gracias por pasarte.

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  3. Santos Navarro 11 años atrás

    Me emcanto,simplemente me encanto y tienes razon,lo peor que en este mundo de tiburones no puedes demostrar….mmmm…que pagarias por hacer tu trabajo,ya que te gusta y lo harias siempre aun enfermo,si se dan cuenta que te motiva estar haciendo una actividad o conocer gente,simplemente hacer tu trabajo y tu motivacion es hacerlo bie,siempre intentaran aprovechar que aunque no quieras es una necesidad que te hace semtir bien,yo soy mecanico de coches y me gusta mi oficio y como bob mi sueldo seria la sonrrisa y mi afan de aprender y hacerlo bien…me motiva y me da vida.
    tampoco tengo mucho dinero o mas bien nada y aveces pienso que no llego a tenerlo por mi afan de superacion,del cual la gente ya se a percatado..y te digo isabel hay mucha gente que a adorado su trabajo y tras muchas decepciones lo a logrado a borrecer por cuatro borregos aprobechados

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  4. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Santos:
    Muchas gracias por pasarte.
    Tienes razón que ahora mismo hay unos cuantos aprovechados. Lamentablemente la situación invita a ello y siempre hay empresarios dispuestos a aprovecharse de los trabajadores aunque hay otros muchos que luchan por crear buenos ambientes en sus empresas.
    Me alegro que te haya gustado y que hayas visto cual es tu necesidad motivacional. Lo bueno de esto es que vale para cualquier ámbito de la vida y cualquier persona.
    Saludos

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  5. Myriam Sánchez Nocea 11 años atrás

    Enhorabuena Isabel. Es un artículo con un enfoque realmente interesante.
    Yo también ando de estreno en esto de los blogs personales, así que ¡¡¡ánimo y perseverancia¡¡¡. Ya nos iremos leyendo.

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  6. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Myriam:

    Muchas gracias por pasarte.
    Pásame tu enlace y nos vamos leyendo.

    Saludos

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  7. lydia 11 años atrás

    Hola Isabel: Mi profesin no tiene nada que ver con la tuya y tu artículo me ha encantado, porque con ese toque tan especial que le has dado, me he percatado que todo es aplicable en todas las profesiones.
    Enhorabuena, eres una crack.
    Besos

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  8. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Muchas gracias Lydia y me alegro mucho que te haya gustado.
    Aunque nos dediquemos a cosas muy diferentes,las personas somos lo que marcamos la diferencia y no tanto las tareas.
    Gracias por pasarte.
    Saludos

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  9. Luis David Tobón López 11 años atrás

    Hola Isabel, mucho gusto. Vivo en Colombia y soy un apasionado de la creatividad y la innovación social de hecho tengo un stio web Pensando en TIC y coordino un seminario iberoamericano de comunicación digital cuyo nombre es Actitudes 2.0. Me encantó el planteamiento que hiciste en tú post, puesto que precisamente es La Actitud, el recordad que las redes somos nosotros y la MotivAcción propia la que nos empuja a conseguir grandes logros. Muy inteligente y de fácil lectura tú artículo que muestra precisamente el poder de lo simple para hablar de lo complejo.

    Un abrazo grande, ya me dirás cuál es tú cuenta de Twitter para que tejamos red.

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  10. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Muchas gracias Luis por tus palabras.
    Si hay algo que me gusta a nivel profesional es hacer lo dificil fácil y accesible para todo el mundo.
    Mi cuenta de twitter es isa_iglesias_alva

    Búscame y así estamos en contacto. Yo te buscaré por Linkedin.
    Gracias por pasarte!!!

    Saludos

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  11. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Perdona Luis, mi twitter correcto es @isa_iglesias_al

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  12. nOemi 11 años atrás

    Felicidades Isabel, una reflexión muy interesante. Comparto tú entrada de blog. Gracias!

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  13. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Noemi:

    Gracias por tu comentario y por compartir el post.

    Saludos

    ISabel

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  14. Anonymous 11 años atrás

    Hola Isabel:
    Muy bueno.

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  15. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Muchas gracias por pasater y por dejar tu comentario!!

    Isabel

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  16. Daniel Sánchez 11 años atrás

    Qué buena la utilización de Bob Esponja (mi personaje favorito de dibujos) como palanca para hablar sobre los 'movilizadores' laborales!
    Tan solo añadiría que, una vez identificado el factor motivador 'macro'(logro, status, afiliación), desde la función directiva no debemos obsesionarnos por complacer a la persona. Fracasaremos en 9 de cada 10. Porque detrás de cada factor 'macro' existen muchos 'micro' a los que jamás tendremos acceso. Lo único que podemos hacer es generar el clima adecuado para que cada perfil macro encuentre su propia motivación. Motivar es difícil y, a mi juicio, imposible. Es la generación de climas motivacionales lo que tenemos la obligación de conseguir.

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  17. ISABEL IGLESIAS 11 años atrás

    Hola Daniel:

    Gracias por tu aportación. Mi intención a la hora de hablar de los factores motivacionales es que conozcamos qué es lo que le motiva a la persona y eso facilitará la relación con ella. No se trata de complacer a todo el mundo, algo que es imposible e impensable pero sí ayudaría bastante en comunciación saber qué es lo que le motiva a ese colaborador.
    Gracias por pasarte.

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  18. RUBEN MORALES 11 años atrás

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  19. ruben morales 11 años atrás

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  20. […] El primer post de este blog lo dediqué a la motivación laboral: “La motivación laboral según Bob esponja“. […]

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  21. Jaime Pardos 8 años atrás

    Llego tarde a la fiesta, pero bueno.
    Me resulta algo incongruente.
    Un empleado fuera de serie con problemas de actitud se queja de que cobra poco y dice que su actitud mejoraría si cobrase más. Según se extrae del artículo, el dinero realmente es una gran motivación para él: «Era una magnífico vendedor auque tenía ciertas pegas: si pensaba que el cliente le iba a reportar una venta pequeña directamente pasaba de atenderle y su única motivación era el incentivo que recibía por las ventas realizadas.»
    Sin embargo, decidimos que el dinero no es una buena motivación y que está desmotivado «porque le da la gana» (!).
    dudoso, aunque puede ser. Pero la coletilla, enfatizada, me mata. «¿No sería más sencillo tratar de averiguar que es lo que realmente motiva a nuestros colaboradores en lugar de tratar de que nuestros colaboradores encajen en lo que suponemos que les debe motivar?»
    Pues sí. Escucharles puede ser un comienzo interesante, mejor que tratarles como a niños de tres años y decidir unilateralmente lo que les conviene.

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    • Isabel Iglesias 8 años atrás

      Pelín tarde Jaime. Más que nada porque ese post lleva publicado ya más de 3 años y medio jejeje.
      No considero que le dinero sea un motivador de nada, ni bueno ni malo. Soy de la opinión que lo que puede esconder esa aparente motivación por el dinero puede ser mucho más importante que el dinero en sí.
      Además, alguien que SOLO le interesa el dinero, cosa que me ya te digo que me extraña mucho, nunca estará satisfecho porque siempre le parecerá que esa cantidad es poca.
      Gracias por pasarte por el blog.
      ISabel

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